REBECCA ROWENA RANDALL, LA DE SUNNYBROOK FARM. Kate Douglas Wiggin

Ahora que “Ana de las Tejas Verdes” vuelve a estar de plena actualidad gracias a la nueva adaptación de Netflix, creo que es un buen momento para sacar a la palestra a otro personaje femenino en la línea de la pelirroja canadiense. Me estoy refiriendo a Rebecca Rowena Randall, la protagonista de la novela “Rebecca of Sunnybrook Farm” (“Rebeca de la Granja del Arroyo Soleado”), de la norteamericana Kate Douglas Wiggin. Rebecca of Sunnybrook Farm Blog LP
Rebecca ha gozado de gran popularidad en Estados Unidos pero, en otros países como España, es una gran desconocida (entre otras cosas porque la novela no está traducida al castellano). Tuve la suerte de descubrirla, por casualidad, en una librería en lengua inglesa y me encantó su personaje, al que encontré muchas similitudes con la Anne Shirley creada por Lucy Maud Montgomery. Pero no creáis que Rebecca es una mera copia de Anne ya que, de hecho, Rebecca fue la “primera” en llegar a los lectores en 1903 mientras que la pelirroja Shirley lo hizo en 1908.
Así que, en el post de hoy “Letras Parlanchinas” rinde homenaje a Rebecca Randall, un personaje que, como su homóloga canadiense, ha sido bendecida con una gran imaginación para fortuna suya y de los lectores. ¿Os apetece conocer a esta dicharachera niña de Maine? ¡Pues subíos conmigo a la diligencia de Riverboro!.
ESTA GRANJA ES UNA RUINA

Arroyo en el bosque Blog LP
Imagen cedida por cortesía de Belenworld

Rebecca es la segunda de los siete vástagos del matrimonio Randall. Se trata de una familia humilde donde hay abundancia de cariño y de libros pero donde las facturas se amontonan merced a las imprudentes inversiones realizadas por el padre, Lorenzo de Medici Randall, un hombre de grandes inquietudes artísticas y nula visión para los negocios.
La situación se complica con la muerte de Lorenzo ya que su viuda, Aurelia, se ve obligada a hipotecar la Granja “Sunnybrook” y enviar a uno de sus hijos a vivir con sus dos hermanas solteras: Miranda y Jane Sawyer. La elegida para vivir con las tías será Rebecca, la de cabello oscuro, ojos negros y naturaleza apasionada (indicios todos de su posible ascendencia española) lo que, si bien para la dulce tía Jane es una bendición, para la autoritaria Miranda, quien es “la que parte el bacalao en casa”, resulta una pésima decisión que sólo puede traer problemas…
REBECCA ROWENA RANDALL, DE LA ESTIRPE DE «IVANHOE»
Y no le falta razón a la mayor de las hermanas Sawyer. La combinación “Miranda-Rebecca” es como la de la gasolina y el fuego, dos caracteres absolutamente incompatibles destinados a explotar a pesar de todos los intentos de la niña por ofrecer “la pipa de la paz” a su tía.
Estaba en lo cierto Anne Shirley cuando le daba tanta importancia a los nombres. En el caso de Rebecca Rowena, el haber sido bautizada con los nombres de las protagonistas femeninas de “Ivanhoe”, de Walter Scott, parece haberla dotado de una portentosa imaginación así como de un espíritu libre y apasionado que chocará con la rigidez espartana de Miranda quien, comparada con la Marilla Cuthbert de Anne Shirley, hace parecer a esta última una mujer imaginativa y con sentido del humor…Rosa roja Blog LP
Pero Rebecca no es de las que se rinden fácilmente:
“Ir a la casa de la tía Miranda es como bajar a la bodega cuando está oscuro. Podría haber ogros y gigantes ocultos bajo la escalera pero, como le digo a Hannah, ¡podría haber elfos y hadas y ranas encantadas!”
La fortaleza emocional de Rebecca se hará evidente a los lectores desde el primer momento así como su inquebrantable voluntad y capacidad de sacrificio, atributos que desplegará no sólo en casa sino también en la escuela donde tendrá que ponerse al día de las asignaturas y combatir, fieramente, a las faltas de ortografía que campan a sus anchas por sus preciados poemas.
LA LUZ DE UNA PRINCESA DE LAS MIL Y UNA NOCHES
Kate Douglas Wiggin va esbozando a pinceladas el carácter de Rebecca hasta el punto de mostrárnosla como una especie de Princesa de las Mil y Una Noches tanto por su exotismo como por las maravillosas historias con las que fascina a sus convecinos. Sin embargo, lo que realmente acaba por cautivarles, y espero que a ti también, lector, será su generosidad y entrega. Rebecca tiene un gran corazón que la lleva a abanderar algunas iniciativas en favor de los más desfavorecidos y, si no, preguntádselo a su mejor amiga, Emma Jane Perkins, al matrimonio Cobb o al Señor Ladd.

Rayos de sol Blog LP
Imagen cedida por cortesía de Belenworld

REBECCA RANDALL Y ANNE SHIRLEY, DOS ESPÍRITUS AFINES
Llegados a este punto está claro que Rebecca Randall y Anne Shirley serían espíritus afines (con todos mis respetos a Emma Jane Perkins y Diana Barry, las “amigas del alma” de nuestras protagonistas). De hecho, me imagino perfectamente a Anne Shirley diciendo:
-“Oh, Marilla, me encantaría llamarme Rebecca Rowena, como esa niña que tiene ese precioso cabello color ébano. ¿Sabes que tiene los nombres de las heroínas de Ivanhoe?”
Tanto Rebecca Randall como Anne Shirley tienen una mirada especial de ojos brillantes y soñadores, la mirada de aquellos que ven más allá de lo cotidiano, “más allá del arco iris”, y perciben la magia sutil que juguetea con la brisa y el arroyo, que danza con la luna o que se esconde en la niebla. Ambas aman la Naturaleza y no parecen poder existir al margen de ella, tal es la unión que sienten con la belleza del mundo. Su entusiasmo es contagioso y transforman con su luz las vidas de los que las rodean.Rebecca Randall y Anne Shirley Blog LP
Las almas de esta Princesa de las Mil y Una Noches y de esta Dama Artúrica trascienden las páginas de “sus” libros y nos hacen sucumbir a los lectores bajo el hechizo de su inspiración. Personajes como Rebecca Randall y Anne Shirley deben seguir acompañando a los lectores generación tras generación lo que, en el caso de la pelirroja canadiense, se ha llevado a cabo con éxito tanto por la traducción de sus novelas a numerosos idiomas como por las sucesivas versiones televisivas pero, en el caso de Rebecca Randall, como dije al principio, hay un cierto desconocimiento de su figura y creo que, ahora que la “Ana de las Tejas Verdes” de Netflix ha levantado tanta expectación, sería el momento perfecto para sacarla a la luz.
Señores Editores de España: traduzcan las aventuras de Rebecca Randall al idioma de Cervantes. Tienen una mina de oro entre las manos y no lo saben. Y a los productores televisivos norteamericanos les animo a que hagan una serie sobre esta encantadora niña de Maine.
Hoy, más que nunca, la gente necesita “reflejarse” en historias como éstas, las de Anne Shirley y Rebecca Randall, historias llenas de luz e imaginación, sueños y sacrificios, fortaleza y generosidad.
EL “JARDÍN DE INFANCIA” DE REBECCA
No quiero terminar este post sin añadir unas cuantas líneas sobre la creadora de Rebecca, Kate Douglas Wiggin. Para el personaje de Rebecca se inspiró en su propia infancia (algo que también le sucedió a Lucy Maud Montgomery con su Anne Shirley) lo que, probablemente, ha dotado de tal fuerza a este personaje de “papel y tinta” que ha acabado transmutándose, a ojos de los lectores, en un personaje real, de “carne y hueso”. Cosas que tiene la alquimia literaria…
Aunque su personaje más conocido fue el de R.R.R, Rebecca Rowena Randall, Kate Douglas Wiggin también escribió otras novelas juveniles así como de temática de viajes y romántica. Además, como dato curioso, fue la fundadora del primer Jardín de Infancia en San Francisco lo que vuelve a evidenciar su gran afinidad y preocupación por los niños.
Finalizo esta reseña con una casualidad o, mejor dicho, una “causalidad” o “sincronicidad”: unos días antes de terminar el borrador de este post descubrí en La Casa del Libro la publicación en castellano de una novela de Kate Douglas Wiggin: “Cortejo en la catedral” de la Editorial dÉpoca.
Creo que el Genio de la Lámpara de Aladino ya está empezando a cumplir los deseos y no pasará mucho tiempo antes de que Rebecca llegue, por fin, a los lectores hispanohablantes…