EL ROBINSON SUIZO. Johann David Wyss

En este post vamos a mojarnos y a llevar una vida salvaje porque trata de naufragios y de “reinventarse” en una isla desierta. El instinto de supervivencia y el ingenio desplegados en series como “Perdidos” o los “realities” de “Supervivientes” tienen claros precedentes en la Literatura Universal con Robinson Crusoe, prototipo de náufrago por excelencia creado por Daniel Defoe, y otros “herederos” suyos como la familia protagonista de “El Robinson Suizo”, de Johann David Wyss, que se asoma hoy a Letras Parlanchinas.
Así que, grumetes, apagad la tele y “abrid” el “reality” literario: ¡Tierra a la vista!
ÁBRETE LIBRO Y CUÉNTANOS TU HISTORIA
El barco donde viajan Federico, Ernesto, Santiago, Francisco y sus padres con destino a una colonia del Pacífico naufraga en medio de una tempestad y la familia es arrastrada hasta una recóndita isla. Tras rescatar las provisiones, animales y municiones de lo que queda de la embarcación, la familia suiza emprende una nueva vida en la isla mientras espera la llegada de otro barco que la auxilie pero, como suele ocurrir en estos casos, la ansiada ayuda no llega y los náufragos sólo podrán contar consigo mismos para salir adelante en aquel paraje salvaje y sin rastro de civilización. Sigue leyendo

EL ÁRBOL DE LA NUEZ MOSCADA. Margery Sharp

Hay libros que te llaman la atención por su cubierta y otros por su título. En el post de hoy os hablo de uno cuyo título me resultó muy curioso: “El árbol de la nuez moscada”, de la escritora inglesa Margery Sharp.
¿Qué tal si viajamos a un paraje bucólico? ¿sí? ¡Haced las maletas que nos vamos a la campiña francesa! Pero ya os advierto que el que avisa no es traidor y, en esta novela, “bucólico” rima con “caótico”
ÁBRETE LIBRO Y CUÉNTANOS TU HISTORIAEl árbol de la nuez moscada Blog LP
Julia Packett no ha visto a su hija Susan en veinte años. Durante la Primera Guerra Mundial y siendo muy jovencita se quedó embarazada del teniente Sylvester Packett que estaba de permiso y con el que había salido a bailar unas cuantas veces. Eran tiempos inciertos y lúgubres, las relaciones solían ser fugaces, de “trenes que se cruzan en la noche”, por decirlo de una manera poética, pero en el caso de Julia el breve interludio apasionado dio un fruto permanente y cuando la joven le comunica la buena nueva al susodicho padre, éste decide casarse con ella y llevarla a vivir a la casa de campo de sus padres en Suffolk.
El teniente Packett no llega, sin embargo, a conocer a su hija pues muere en el frente unos meses después de modo que Julia y la pequeña Susan permanecen en casa de los cariñosos abuelos que han aceptado a su nuera como una hija más y están deseosos de disfrutar de su nieta. Sigue leyendo